viernes, agosto 18, 2006

¿Cuento contigo?



Pero es que tengo que preguntarte, ¿estás o no estás? Porque en cierta forma aún cuento contigo. Cuento con la desconfianza de nunca aparecerme sin avisar y con que no te moleste que no entre sin tocar la puerta aunque la hayas dejado abierta para mi. Cuento con un cepillo de dientes que nunca pienso usar en tu cuarto de baño. Cuento con que nunca me invites a cruzar la puerta que da a la cocina y con que nunca haya suficiente confianza para permitirnos mostrar las imperfecciones. Cuento con estar en tu cama y cuento con que al atardecer, después de un día juntos, caiga el sol y en la penubra de las seis de la tarde se desaturen los colores y nos besemos en blanco y negro con la pasión contenida de los besos de las películas viejas. Cuento con que en la noche, cuando se vaya el tiempo de tanto besarnos y encendamos la luz y vuelvan los colores, me lleves a mi casa y me sienta libre y piense que no estoy con nadie cuando sé que aun estoy contigo. Cuento con que hagamos planes, que hablemos largas horas de vivir juntos y que lo pospongamos eternamente y morirnos cada uno en su espacio estando juntos porque queremos y no porque simplemente estamos. Cuento con que me ames y nunca me lo digas, cuento con amarte en secreto y aunque lo sepas no puedas afirmarlo y que cuando nos pregunten qué somos, no sepamos que decir y sonriamos. Cuento contigo aún, pero cuento también con un congelador gigante atado a mi corazón que responde de maravilla en casos de emergencia. Así que dime, friamente ¿Cuento o no contigo?

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